Soñamos un mundo mejor...

Sí, nadie puede negar esto. Todos soñamos con que nuestra vida sea mejor, con que cada día sea mejor al anterior, con aprender de nuestros errores, con aprender a no tropezar con las piedras de nuestro camino, con ser amados, con amar, con vivir... Sí, con vivir, a veces no valoramos lo suficiente la vida, pero es lo más preciado que tenemos, pero ¿qué sería de nuestros si dejáramos de vivir en este momento? ¿somos imprescindibles en este mundo?

La vida es lo único que no se puede devolver, suena irónico ¿no? Lo más preciado que tenemos en el mundo es una de las pocas cosas que no se pueden devolver, una vez muertos todos nuestro sueños perdidos, nuestras espectativas, nuestras ambiciones, nuestros planes, nuestro futuro... Un montón de cosas se quedan en el tintero con la muerte. A veces le temo a veces no. 

La vida es nuestro bien más preciado, así que quiénes somos nosotros para quitarla, quién nos da la autoridad suficiente para quitarla, quién tiene el poder de decidir que nuestros días han llegado a su fin, por qué estar en un lugar a una determinada hora decide que ha llegado tu fin. Vas a un sitio, feliz porque no sabes lo que el futuro te depara y de repente alguien decide que mientras cenas o escuchas un concierto tu vida a llegado a su fin.

En pleno siglo XXI buscamos la paz, no la guerra, la ciencia avanza para tener una vida más duradera y mejor, la meta de todo ser humano es tener una vida mejor. Creo que es incomprensible que todavía haya mentes que encajarían perfectamente en otros siglos, en otra época, gente que no avance con el tiempo, que no respete al ser humano.

Sí lo que queremos es avanzar, progresar, ¿por qué tenemos que dar un paso hacia atrás? ¿Una guerra en pleno siglo XXI, en la era de la tecnología? Por favor, vamos a mirar hacia delante, vamos a pensar un poco, tenemos que aprender a valorar todo lo que nos rodea y si hoy nos vemos así hay que recordar que siempre es por lo que hicimos ayer.

¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño , que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

Pedro Calderón de la Barca